Hace unas semanas pasé por una experiencia linda, enriquecedora y especial para mi. Acompañé a una familia a Mejorar los Hábitos de Sueño de su hijo de 16 meses durmiendo en una cama estilo Montessori. Como Sleepcoach pasé por varios retos durante los días que estuvimos juntas y gracias a mi amiga Irene, pude llevar un Curso de Introducción sobre está filosofía, comprenderla mejor,  integrarla al Coaching y sobretodo seguir nutriendo mi propuesta de mirar El Sueño del Bebé desde el enfoque Pikler, que es sin duda el que más resuena en mí.

Un poco de Historia:

María Montessori, nació en Italia en 1870, fue médico (la primera mujer médico de Italia), científico y también pedagoga. Se interesó por la educación observando el comportamiento de los niños con problemas de aprendizaje ( eso la llevó a diseñar materiales educativos que respondían a las necesidades de estos niños), luego este método se adaptó para alumnos regulares y luego se oficializó en todo Italia y el mundo. María Montessori fue nominada 3 veces al Premio Nobel de la Paz,  raro que hasta ahora no haya ganado ninguno, aunque sea póstumo, por su increíble aporte a la humanidad.

Este hermoso legado tiene como principal tesis: Centrar el Aprendizaje en el Niño.

Cuenta con cuatro principios básicos:

La Mente Absorbente

Los Periodos Sensibles 

El Ambiente preparado

El rol del Adulto

Quisiera comentarles sobre lo que más llamó mi atención:  Los Periodos Sensibles según Montessori son ni más ni menos que pequeños espacios de tiempo, ventanas de oportunidad, en las que el niño se interesa de forma muy intensa por algo, consecuentemente lo repite muchas veces, siempre que se lo permitamos, hasta que logra dominarlo. Cuando lo leí, me pareció que tenía mucho en común con los «Hitos de crecimiento» en donde los bebés y niños practican una y otra vez una habilidad ( sentarse, pararse, caminar) y por otro lado, también me hizo acordar a las famosas » Sleep Windows«, esos momentos puntuales durante el día, en donde nuestros hijos están absolutamente conectados con su descanso y que no se repiten. ¿Cómo descubrir estos momentos? : Observando, en silencio y con paciencia ( En mucha sincronía con la idea de mirar señales de sueño para saber el momento preciso de cada bebé).

Entonces: ¿ Adaptar o No, una Habitación Montessori para mi Bebé o Toddler?

*Creo que para tomar esa decisión, es importante leer sobre los principios que sustenten esta pedagogía ( salvo que sólo quieras enfatizar en lo estético, esa también es una alternativa).

* Observa a tu bebé o toddler, fíjate que lo estimula más, qué le da más paz. Vale la pena preguntarse si es un bebé que no quiere estar sentado en el car-seat, no le gusta el pack n play y tiene una necesidad de libertad real y totalmente aterrizada. 

* La cama Montessori es una buena alternativa para remplazar a la cuna (con barrotes) en la medida que tu bebé se acostumbró a dormir ahí desde pequeño y ve la cama como parte total de su entorno o habitación, si no es el caso y  te has enamorado de esta propuesta ahora que tu hijo/a es más grande,  podrías tener algunos inconvenientes que con paciencia resolverías:

a) Sobre Estimulación al dormir: Subir y bajar de la cama constantemente ( hasta acostumbrarse).

b) Si no lo/a acuestas en sincronía con su reloj biológico u horarios naturalmente correctos, es muy difícil que se duerma en calma.

c) El método se acompañar al bebé mientras pasa de despierto a dormido, me parece el más amigable pero hay que saber escoger una silla cómoda y a la altura de la cama.

*Cuestiónate tu Objetivo: La cama Montessori no te va a ayudar a que tu hijo/a concilie el sueño de manera independiente o a que no se levante por las noches, pero si le va a dar otras competencias maravillosas ( libertad, libre movimiento, etc.). El sueño sólo con Paciencia, Rutinas adecuadas y Cuidados Básicos, se ordenará.

Mi Experiencia:

Al acompañar a un niño de dieciséis meses a pasar de despierto a dormido por sus propios medios en una cama Montessori, sin puerta en su cuarto por ser contiguo al de sus padres, fue LO MÁXIMO. El Coaching americano te sugiere que pongas » un gate» en la puerta para que el bebé o niño no se salga del cuarto. Yo me revelé por completo, no pusimos nada en la puerta (pienso que los niños comprenden y colaboran desde la anticipación), trabajamos mucho en el silencio ( con ruido blanco), en la casa tenga look nocturno, para ayudarlo a comprender mejor que era hora de dormir, fortalecimos la rutina con unas sugerencias increíbles que partieron de su misma mamá, quitamos todos los objetos sobre – estimulantes y sobretodo fuimos pacientes. Los resultados se dieron a los siete días, en el camino, pasamos por varias situaciones inesperadas, pero que se fueron manejando desde la calma. Creo que lo más importante en el proceso, fueron los horarios, porque son la puerta de Bienvenida del mismo descanso y sin duda alguna la observación al niño y la anticipación.

Algunas Conclusiones:

Si tu bebé tiene un problema real con sus Hábitos de Sueño y no logra conciliar el sueño por si mismo, yo te sugeriría que te esperes antes de cambiarlo de cuna a cama ( Montessori), porque si podrías llegar a complicarte un poco más y tu bebé no sólo enfrentaría el » no dormir», sino también el » bajarse» constantemente. Trataría primero de que logre descansar mejor, esto lo consigues con horarios adecuados, una rutina buena y predecible ( sin sorpresas y calma) y con mucha paciencia porque este es un proceso que durará exactamente lo que tu hijo/o necesite que dure.

Si tu bebé si logra conciliar el sueño por si mismo y tu estás pensando en hacer ese cambio, creo que vale la pena, porque desde chiquitos, conciben la cama como su cuarto completo y es mucho más segura de cara a las caídas.

Si yo tuviera que decidir o hacer ese cambio con mis hijos ya más grandes, me inclinaría primero por poner un colchón en el piso y probar la idea, ya sea para las noches o sólo para las siestas, ver si les gusta, si se sienten cómodos y si la filosofía encaja con mi estilo de crianza también.

Oferta Local:

Los materiales originales  Montessori de Nienhuis son carísimos por su diseño y sobretodo precisión. Aquí en Lima, hay una buena oferta de cara al diseño ( lo que no tuve la suerte de encontrar, fueron proveedores familiarizados con esta nueva forma de entender la infancia desde su punto de concepción, sólo desde lo comercial o desde la estética).

Nota: Las Habitaciones estilo Montessori también cuentan con un espejo, libreros a la altura de los chicos, una barra y otros detalles que revisaremos en otro post.

Las dejo con una de mis frases favoritas:

» No hacer por el niño nada, que pueda hacer este por si mismo» – María Montessori.

Espero que les guste

un abrazo

M

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