Hoy me atrevo a hablar del pañal, escribo textualmente “ me atrevo” porque es un tema al que le tengo respeto absoluto, cada familia tiene su filosofía, realidad de vida, etc.  y de hecho para tomar diferentes decisiones de cara a cualquier cambio en nuestros hijos, acertadas o no, nosotras las mamás ( y los papás) tratamos siempre de que bajo el emprendimiento o “ método” que aplicamos prevalezca el bienestar de ellos. (Confieso que no me gusta la palabra “ método” … realmente me provoca quitar esas letras de mi teclado, lo malo es que sirven para otras palabras maravillosas también)

Por eso, quería contarles cuales fueron los conceptos o ideas que a mi me atraparon cuando conocí este gran “ Tema” bajo la mirada de los Cuidados Básicos.

Al igual que con el sueño, cuando hablamos de dejar el pañal hay que tener mucho tacto porque aunque no lo notemos, tocamos todo el ser del niño, de lo contrario sería un “ adiestramiento” y creo que esa  palabra ya dice mucho por si sola. Dejar el pañal implica literalmente: controlar los esfínteres y para eso, no sólo basta con memorizar que después de tomar líquidos debemos sentarnos en el wáter, sino llegar a tener lo suficientemente maduros estos músculos  que sólo podrán ser controlados una vez que las terminaciones de la médula espinal maduren ( para que el niño logre actuar voluntariamente sobre estos y logre imprimir de manera natural ese hábito en él. )

Usualmente hay mayor atención sobre la  Capacidad de Aguantar y Retener, orientado a los niños a sentarse apenas tengan ganas, después de tomar agua, etc. Pero ellos saben que significa “ tener ganas”?

Saben ya Diferenciar Sensaciones?:Cuando queremos hacer pila ( y caca) sentimos literalmente ganas de hacerla, alivio cuando la hacemos, que algo sale de nuestro cuerpo, cuando no logramos llegar rápidamente a un baño nos invade una angustia espantosa… lo mismo les pasa a ellos, estás sensaciones tan íntimas se manejan mejor cuando logramos reconocerlas y  el cuerpo y está listo para abordarlas, sino es sólo un falso aprendizaje que puede ser agotador para los papás y frustrante para el bebe ( y viceversa)

Tip:

El control de esfínteres se logra entre los 2 y los 4 años, casi siempre a los 3 años con mayor seguridad.

En cuanto el niño puede mantenerse de pie sólo es bueno empezar a cambiarle el pañal y ayudarlo a quitarse la  ropa parado, son pequeños ajustes que les permiten a ellos poner en práctica sus capacidades.

Físicamente los niños empiezan a dar señales de que “ están listos” cuando intercalan los pies para subir o bajar escaleras ( van comprendiendo que su cuerpo se divide en dos y van tomando control) y/o trasvasan líquidos al jugar.

Permitirle al niño que realice el máximo de experiencias posibles por si mismo es maravilloso porque generamos en ellos confianza ( sentarse sólo sin tener que sentarse antes en una silla de comer, caminar sin que te tomen de las manos y te “ ayuden” a hacerlo, dejar el pañal y aprender a hacer pila sin estar preparado de manera integral).

Ojo, esto no quiere decir que no vamos a ponerles límites o que no vamos a prohibirles algo cuando haya que hacerlo, pero

Yo no quiero convencer a nadie, no tengo la última palabra de nada, cada casa es un mundo y cada familia tiene su estilo, pero creo que aun así está información vale la pena compartirla y que no dejen de tomarla en cuenta ( así sea para descartarla o para integrarla a la mirada que más les convenza)

Las dejo con mi frase preferida del libro de Chantal de Truchis sobre este tema “ Es verdad que estamos deseosos por dejar de comprar pañales, pero pónganse a pensar que nuestras abuelas los lavaban”.

 Un abrazo, Mili

 

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