Estoy de vuelta después de un viaje especial y bonito que hice con mi esposo, el dar un paso al costado, salirnos de la rutina y volver a enganchar con la vida de «a dos» realmente me encantó. Obviamente, eso no quiere decir que una parte de mi corazón se queda con mis hijos, pero definitivamente, es básico para la relación de pareja, salirse de lo cotidiano, conversar de cosas nuevas o del día a día sin la presión de ¿cómo será la noche?, etc. Parte clave de todo lo que disfruté se lo debo a mi abuela, a Mercedes, a mi suegra y a las misses de mis hijos, que estuvieron al pie del cañón cuidando, queriendo y respetando a mis hijos. A mi me gusta organizarme, porque me siento más segura, me voy sin estar tan pendiente y sobretodo esté donde esté no siento angustia alguna y de hecho esa «paz» se la transmito a mis hijos. Quería compartir con ustedes, la organización e incluir algo de la mirada de los Cuidados Básicos respecto a las separaciones » largas», en este caso, los viajes y también qué Flores Bach escogí para que los chicos tomen.

Lo primero que hice, fue conversar con las misses del nido de mis hijos, nos juntamos las tres y fue genial porque ellas me dieron la sugerencia de avisarles a los chicos dos días antes del viaje y no con mucha anticipación para evitar que se angustien o estén ansiosos. ( Traté de hacer el movimiento de maletas cuando ellos dormían, porque eso era lo que me ponía nerviosa a mi). Además tanto Ceci como Maqui ( sus misses) me apoyaron contando cuentos y conversando con todos los niñitos en clase, de como son las cosas cuando los papás viajan y como regresan felices para estar con sus hijos.

Mis hijos se quedaron en MI CASA ( ósea SU CASA) con mi abuela, ella conoce mucho sus rutinas y aunque es mayor, asume increíblemente la responsabilidad de los chicos ( apoyándose físicamente en Mercedes, quien me acompaña hace casi cuatro años en casa). Así que los horarios y la rutina, fueron las mismas, eso es lo que a los chicos les da más contención, un viaje siempre los moviliza un poquito, los pone más sensibles y es básico evitar que se den cambios adicionales que puedan reflejarse en la noche y en el sueño.

Respetamos los momentos de descanso, de hecho, que los chicos estén bien descansados, no sólo los repone físicamente, los pone menos irritables y están más » zen» para lidiar con que sus papás no están por unos días. Les confieso que justo Marina, está dejando de hacer siesta, así que no siempre lograban que ella duerma, aprovechando en acostarlos más temprano esos días. La clave fue comprarles un peluche chiquito que hiciera las veces de objeto transicional durante nuestra ausencia. #Militip: La persona que se queda a cargo, toma la posta de los cuidados como el baño y el sueño un día antes, así los chicos lo asimilan mejor y nosotros podemos explicarles  a ellos eso también.

Dejé el calendario que les enseñe hace unos días y los chicos tachaban  ( por la noche) el día que terminaba, esto visualmente era de super ayuda porque podían ver de manera gráfica cuánto faltaba para que mami y papi regresen. #Militip: Poner una foto de la familia reunida al final, para que puedan comprender aún mejor que ese día llegará.

Les compré una pijama a cada uno para que usen durante el viaje, marcando el punto de inicio de la » etapa» y también unos regalitos sencillos, nada elaborado, pero que cada tres días los distraigan y sea la » novedad» que les mandamos desde el avión. ( Stickers para mandar pegar en un block, unos cuentos)

Coordiné con todos y creé un grupo de Whatsup con las misses, mi abuela, las personas que me apoyaban y su pediatra Rafael, así la coordinación se daba mucho más fluida y yo me enteraba de lo que pasaba, sin estrés.

La primera semana llamé cada dos días a mis hijos por teléfono, los últimos cinco días los llamé todos los días, sentía que me extrañaban más y que disfrutaban hablando con nosotros.

Bajo la mirada de los Cuidados Básicos, mientras nuestros hijos no cumplen los tres años, no deberíamos dejarlos por más de tres días… confieso que no lo he podido cumplir nunca, siempre he tenido un viaje con mi esposo que realmente he disfrutado y que creo clave para volver a enganchar con la rutina y el día a día, pero es verdad que tenemos que ser conscientes que los chicos necesitan tiempo para adaptarse a este proceso, que ese » ni cuenta se dan» es lo más fácil de pensar pero NO ES ASÍ, si se dan cuenta, de hecho es una experiencia que los hace aferrarse a la persona que los cuida los días que papá y mamá no están y además es sin duda una fuente de maduración en la medida que se maneje de la » mejor manera».  Al volver nos toca ser prudentes, no esperar más de lo que nuestros hijos nos pueden dar porque ellos tienen sentimientos contradictorios. Están felices porque regresamos, pero tienen miedo de que nos volvamos a ir, etc. es normal. además reclaman también al adulto que estuvo a su cargo en nuestra ausencia.

De cara a las Flores de Bach, les cuento que les preparé un frasco mezcla con:

Walnut : La flor del tránsito, del cambio.

Cherry Plum: La flor de las reacciones fuertes, de la pérdida de control.

La idea, no es evitarles el extrañar, el sentir que algo les falta, sino el poder pasar la experiencia positivamente.

El maravilloso mundo de los cuidados básicos, me enseñó que todo lo que le entregamos a nuestros hijos, todo ese » cuidarlos en lo importante» es lo que sacan a flote cuando no estamos, de tal manera que esa distancia la manejan bien porque nos tienen » dentro de ellos» .

Espero que les sirva!

Un beso.Mili

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